Milonga del cavernario
La gente ya no recuerda
que fui un titán en el ring;
maduré contra las cuerdas
y contra las cuerdas morí.
Fácil fue
el cortito me lo aprendí,
del amor salí ileso
y ante el amor sucumbí.
Una noche de primavera
en un escenario cualquiera,
en Chacarita o Paternal,
la vi como una quimera.
Sus ojos me cegaron,
la pasión me inflamó,
el cuello me quebraron
y es por eso que aquí estoy.
Y ahora vago en la memoria
de una persona cualquiera;
quien quiera saber mi historia
sabrá qué cosa es la espera.
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