miércoles, octubre 31, 2007

Attention deficit disorder


“Para algunos hombres buenos, el desorden es el mal”.


Leo (o escucho) la frase “Nuestro compromiso es con la comunidad” e inmediatamente me miro el culo en un espejo, para descartar la horrible sensación de que se me ha transformado en un culito de mandril.


En mi escritorio se desordenan cómodamente varios rectángulos de papel con números telefónicos. Gente que espera ser llamada. O que teme ser llamada. O que preferiría no ser llamada. Creo que nunca lo voy a averiguar.


La telefonía celular es la tecnología óptima para sentirse confortablemente incomunicado.


A veces puedo escuchar el ruido que hacen las plantas cuando crecen.


Una buena mañana podría comenzar con mate amargo y Firth of fifth. O con un gin tonic y Nick Cave. Entre medio, el gran desierto de los tártaros.


Luego de escuchar Attention Deficit veo un noticiero. Noto cierta continuidad. Norman Mailer solía decir que los artistas tienen la fantasía de que no pertenecen a ninguna clase social.


Releídos cuentos de Saer, de varias épocas. Me invade la percepción de que sin guerra no hay literatura. Un par de tarambanas harían una espléndida carrera en el cogollito literario con esta afirmación. Yo me conformo con tomar la fresca en el balcón mientras se van encendiendo las luces alrededor.


Sí, soy un idiota. Literalmente y en el sentido etimológico: nacido libre.




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